
Versos para el huapango El gallo
Víctor Samuel Martínez Segura
Soy gallo que, en mi opinión,
difícil soy de vencer,
pues siempre he tenido un don,
que hoy se los doy a saber:
que canté en el cascarón,
tres días antes de nacer.
Cuando estoy tras la muralla,
siempre he tenido la idea
de vencer cualquier batalla.
Y aunque nadie me lo crea,
yo sé morir en la raya
como gallo de pelea.
A un gallo que era muy fiera
por ser muy enamorado,
se le acabó lo pantera
y se quedó abandonado
como santo en rinconera,
sólo, triste y olvidado.
Un gallo ya entrado en años
hacía alarde de grandeza:
que se crió en muy buenos paños,
que disfrutó gran riqueza;
pero que los desengaños
lo hundieron en la pobreza.
El gallo de mi vecina
constituye una amenaza:
se metió hasta la cocina
y aunque de mala raza,
enamoró a mi gallina
y se la llevó a su casa.
Referencias:
Martínez Segura, V. (2004). Remembranzas de un huasteco. México: s/e.
------------------------ (1997). "Versada", en Tierra Adentro, núm 87.