
Trovos
Victor Samuel Martínez Segura
Ya llegó la primavera
con sus perfumadas rosas,
majestuosa y placentera,
con pintadas mariposas
adornando la pradera.
Pasa una turba parlera
gorjeando por la floresta;
se ve hermosa la pradera,
los campos están de fiesta:
ya llegó la primavera.
Que lindas se ven las mozas
en el floreciente prado,
extasíanse las hermosas
con el ambiente aromado
con sus perfumadas rosas.
Junto de la enredadera,
las aves forman su orquesta;
es la hermosa primavera,
su belleza manifiesta
majestuosa y placentera.
En las campiñas frondosas
que alumbra el fúlgido sol,
pasan mis horas dichosas
crece mi idilio de amor
con pintadas mariposas.
Que bella es la primavera
que encierra hermosura;
pues, aunque perecedera,
va con pródiga ternura
adornando la pradera.
* * *
Cuando la tarde declina
sus rayos oculta el sol,
la belleza vespertina
va perdiendo su fulgor
y la noche se avecina.
Con la albora matutina
el sol sus rayos esparce
a la tierra los inclina
pero llegan a ocultarse
cuando la tarde declina.
Cada mañana en su albor
es luz vida y alegría
todo, todo es resplandor
pero cuando muere el día
sus rayos oculta el sol.
La rosa aurora ilumina
dando calor a la tierra,
pronto su fulgor termina
y profundo misterio encierra
la belleza vespertina.
Queda en leve resplandor
allá en el lejano monte
ya se va el candente sol
muriendo en el horizonte,
va perdiendo su fulgor.
El atardecer fascina
con su misterio profundo
poco a poco la neblina
va cayendo sobre el mundo
y la noche se avecina.
* * *
Eres Huasteca un encanto
tierra tan grata y querida
bello rinconcito santo
en tu fronda el tordo anida,
y te arrulla con su canto.
Tienes de petróleo un manto
que enaltece tu región
tu futuro es firme y tanto
tal vez por esa razón
eres Huasteca un encanto.
En tu campiña florida
crece el huizache y la palma
en tu suelo todo es vida
por eso vives en mi alma
tierra tan grata y querida.
La alondra te da su canto
su aroma te da la flor
el sol te llena de encanto
y yo te brindo mi amor
bello rinconcito santo.
Las aves buscan la vida
en el monte o la pradera,
¡oh! tierra hermosa y querida
durante la primavera
en tu fronda el tordo anida.
La vista al cielo levanto
para admirar tus paisajes,
la calandria mientras tanto
anida entre tu ramaje
y te arrulla con su canto.
* * *
Si el mar con su fuerte bruma
te llevara hacia su seno,
te buscaría entre su espuma,
en el mar de angustias lleno
aunque el agua me consuma.
Si del mar la vana espuma
acercarse a ti se atreve,
he de exponer mi fortuna
sin permitir que te lleve
el mar con su fuerte bruma.
Estoy convencido y pleno
de tu amor, linda criatura,
que he de seguirte sereno
aunque el mar con su bravura
te llevara hacia su seno.
Si el agua tu cuerpo esfuma
por capricho del azar,
como la pasión me abruma
en lo más ancho del mar
te buscaría entre su espuma.
Dios sabe si me condeno
por mi pasión tan voraz;
pero mi amor es del bueno:
sola no te quedarás
en el mar de angustias lleno.
Si la corriente importuna
robarte intentara un día,
tengo la confianza suma
que en el mar me arrojaría
aunque el agua me consuma.
Referencias:
Martínez Segura, V. (2004). Remembranzas de un huasteco. México: s/e.
------------------------ (1997). "Versada", en Tierra Adentro, núm 87.