[Viajar es otra forma de quedarse en casa]
Marisol Vera Guerra
Gratitud
Podría decir que este libro
se lo debo a mi talento
a mi título universitario
a mis desvelos
la verdad es que todo se lo debo
a la muchacha que una tarde
me encontró
llorando en la Avenida Hidalgo
y sin conocerme apenas
no sé cómo se llevó en sus dedos
la tristeza
y me dejó a cambio un calor desconocido
volvería
dos veces más
(emisaria de un destino indescifrable)
a decirme anda hacia tu casa
y no sé si ya llegué
(sigo dudando de ese mérito)
un día quise preguntarle
y salió huyendo de mis brazos
se encerró en un cuarto
me dijo
que yo podría ser madre de un psicópata
acaso no sea esta la vida que ella imaginó
para mí (aquella tarde)
entre el ronronear de palmeras
y el transparente silencio de los gatos
ni sea este (tampoco)
el poema que le gustaría habitar