a A.C. Zúñiga 

 

 

Cuando sí, cuando no, 

             a cada rato 

la gente habla de todo tan despacio 

se levanta con el cuerpo en el asiento 

y deja caer la mano en el saludo 

y llega tarde incluso a la tardanza 

y oficia campanadas en los ecos 

y vive de bullicios sin momentos 

cuando sí, cuando no 

             a cada rato 

enciende sus cigarros con inviernos 

y canta entre las costras 

y sueña hecha de callos 

ahorra los sudores bajo el agua 

cuando sí, ¡cuándo no! 

             a cada rato 

pronuncia sus banquetes malheridos 

y explica que las llagas alimentan 

             si la sal, la pimienta y la canela 

             se marchitan puntuales de calderos 

cuando sí, siempre así 

             a cada rato 

La gente habla de amar con tal prudencia 

y explica tanto y tanto a cuentagotas 

              que incluso cuando llora, balbucea 

 

 

Hay partos necesarios sin relojes 

hay horas exigiendo sus palabras 

hay cosas imprecisas en el verso 

                y hay gente innecesaria en un poema