
Consejo
Javier Vargas de Luna
Seamos como ellos,
que miran y defienden y sonríen
la broma más tranquila de un extraño
al abrir las palomas de su rostro,
que oyen y sostienen y comparten
la insólita inocencia del viajero
Seamos como ellos,
en la Calle Colón y en el respiro,
con ojos de bondad en cartuchera,
porque a veces están en lo concreto,
en la sombra eficaz de los mercados,
en la risa del queso allá en el puerto,
a la hora de la prisa o el fermento,
con manos de bondad bien aprendida…,
seamos como ellos
que saben lo que saben y no importa
si alguno de nosotros no lo entiende,
y te hablan tan ajenos
de los fracasos ciertos,
y portan credenciales de lo eterno,
y son asiento y autobús y abrazo y hasta luego,
azares ya sin nombre
de gente inesperada en los letreros
Seamos como ellos
que vuelven a la esencia de su esencia,
al ejercicio feroz de ser presencia nueva
y a la vieja costumbre
de ser amigo amado por sorpresa