Hoy quiero decir solo unas cosas
Lorena Illoldi
nací en puerto un día de invierno
desde entonces tengo frío en el alma
tengo mi certificado de kínder
de primaria secundaria y prepa
incluso el de una universidad
y hasta haría una maestría
si le llegara al precio
tengo un papel que dice que estoy sana
porque el doctor revisó mis dientes y mis orejas
hice un diplomado en relaciones humanas
sin embargo me separé de mi marido
casi no veo televisión
porque me gusta
y me aterra pensar que un día me trague
como a todos mis vecinos
voy al sicólogo a platicar con él una hora
salgo de ahí sintiéndome completa
y esperando la próxima sesión
voy de compras cuando hay ofertas
leo muchos libros
hablo mucho callo poco
empiezo cada día deseando terminarlo
no espero comerme al mundo
sino evitar que me devore
me empeño en ir sonriendo por la vida
pero
busco un rincón oscuro para lamer las heridas
no pretendo causar lástima
aunque a veces me agrada
quiero ser buena y a veces soy mala
desperdicio hojas escribiendo historias
tengo que exorcizar mis miedos
escribiendo poemas
fornicando con antiguos amores
oficiante de mi propia misa
magia de todos los colores
camaleón tristemente domesticado
remedo inútil del gran dragón que fui
frágil amor
árbol de la vida
manos almas olores cuerpos
sal y mar mercado y sol
soy la suma de otros mundos
en las venas traigo el azul del mar
la calidez del barro
el negro de las noches moras
el recio tam tam de vírgenes selvas
el bruñido brillo de pectorales de oro
coronado todo por plumas de quetzal
se andar el sagrado camino de Compostela
subo escalinatas para llegar al sol
tengo ritmo que me hace bailar
tengo esta voz dura que he de cantar
y por eso bailo río canto lloro
mis lágrimas pintan mi cara de otro color
ora blanco ora azul
ya de oro o carbón
mágico iris que me vuelve crisol
hablo lo mismo a las estrellas que a los árboles
e irremediablemente al mar
porque traigo en los labios
el dialecto perfecto para hacerme oír
regalo mágico de todos mis dioses
la llave eterna círculo perfecto
el frágil amor
quiero contar el fin de siglo
decir lo que he vivido
que no es mucho y que quizá sea nada
y aunque no sólo leí mafalda kalimán los burrones
sería una malagradecida si no los nombrara
quizá contar algo de cuba y de la unión soviética
pero sus monografías en secundaria eran muy cortas
creo que ahora ya ni existen
supe del sputnik como referencia en cuentos
y la ciencia ficción es para mi asimov microsoft internet
a mi alrededor se respira el hedor de las cuerno de chivo
los crímenes de cuello blanco son cosa de todos los días
he conocido a cuatro presidentes y uno que iba a serlo
ahora a mi pesar ando metida en la política
me ha tocado vivir el new age
que si bien nadie sabe qué es
vende muchos libros
he sido testigo de la derrota de enfermedades
aunque la gripe como las cucarachas
vayan a sobrevivir al hombre
vivo la era del celular y del internet
viajo en taxi
como soja y germen de trigo
le soy fiel a la happy meal
escuché a los beatles a santana
me puse alguna borrachera con milanés
lloro con sabines releo a kafka a baudelaire
y quedo siempre atónita con faulkner y la guzmán
he viajado en tren en metro en avión
crecí creyendo que el teléfono rojo era un ítem
de las series de espías en televisión
he visto tres james bond en las películas
vi lo que el viento se llevó en videocassete
tuve la suerte de revisitar star wars
en fin
que se acaba el siglo
y todos acaban al mundo junto con él
pero a mí me preocupa que no he visitado la torre eiffel
que mis hijas están aún pequeñas
y yo quisiera dejarles un mundo mejor
bastante mejor que al que a mí me dejaron
por ello platico con mis amigos de la esperanza
que supongo es una buena forma para que no muera
les hablo a los niños de los bellos días
en que la primavera eran flores y el otoño hojas secas
cuando podía uno echarse al sol
con la piel libre de químicos
hablo
hablo
hablo
en voz alta
en voz baja
emborronando hojas y escribiendo palabras
y así dejar constancia
de las cosas simples
que yo viví
hoy quiero decir sólo unas cosas:
que estoy cansada de los gritos
de la tarifa de la luz
de las cacas de los gatos
de los perros del vecino
de los crímenes impunes
de varios meses sin joder
de esta pinche soledad
de esta vida que es grandiosa
pero que a veces
-sólo a veces- apesta
( he dicho )
Those were the days.
G. Raskin
es cierto
no soy competente haciendo casi nada
ni siquiera puedo armar tres líneas buenas
acaso engarzar una frase suelta
«estoy cansada» «quiero vivir»
voz panfletaria que enarbola banderas ya gastadas
ideas por otros defendidas
¿estuve en el sesentaiochotresculturas?
¿acaso antes en parís?
¿fue un sueño tiananmen?
qué soy yo sino una más
con certeza una menos
voz muda grito ahogado
mano suplicante
gimiendo
implorando
por algo que ya no se qué
pero ¿es que lo supe?
es decir ¿lo he sabido?
o me lo contaron me lo platicaron
lo leí en algún pasquín
artículo de la jornada
en el proceso o selecciones
jardines de la memoria
bosque de la china
y decir que sí
decir que sí
decir que sí
que soy que he estado
que no quiero morir
no aún
oración
que este día sea bueno
que me alcance el tiempo
que me rinda el dinero
que la fila en teléfonos no sea larga
que pase a tiempo el camión
que mi jefe esté de buenas
que sea prudente con el prójimo
que no le miente la madre a algún idiota
que no se pegue el arroz
que las niñas se coman todo
que no tiren sal en la mesa
que hagan su tarea a tiempo
que no suba la leche
que pongan aceite en oferta
que la gotera se arregle
que el gato no vomite en la sala
que el vecino de arriba no golpee a su esposa
que el vecino de abajo le baje a su estéreo
que no venga el cobrador
que me consigan una casa
que no se vaya la muchacha
que el dólar ya no suba
que me publiquen un libro
que mis ideas sean claras
que mis palabras sean certeras
que mi vida sea buena
que sueñe con los angelitos
y bien;
que no es posible escaparse de uno mismo
condena fatal la propia compañía
única salida la locura
reducto último de defensa
¿quién dice quién es cuerdo?
¿quiénes somos los enfermos?
cómo saber qué tan sana es esta manía
de estar bien con el vecino
aunque el vecino no sepa cómo te llamas
ni le interese saberlo
y qué tal si son más felices los locos
como ésa que va por las calles maldiciendo a los hombres
o aquél que guarda botellas periódicos recuerdos
cómo saber si acaso no estoy perdiendo el tiempo sentada aquí
en esta oficina
que quizá mejor debiera salir a la calle
dejar de bañarme
soltarme los cabellos
rasgarme las ropas
y así
ser libre al fin
quiero cantar los días que no he vivido
el aire que no he respirado
sentir en mi piel este sol de siempre
poder hablar de los sueños que no he sentido
y vivir los mares que no he soñado
cantar cantar
a despecho del dolor que nos rodea
de todo este horror y estupor cruel violencia
toda la sangre que salpica y ahoga
lejos del desamparo de estas horas
muy lejos de la vacuidad de las palabras
apartada de lo áspero de la indiferencia
es decir
quiero estar viva de nuevo
tan sólo para mirar lo transparente de otros cielos
para sentir el viento que se duerme
cálido y tranquilo en la inocencia de aquellos días
los otros
los que no volverán
mimetizarme quiero con esta tierra
pero las lágrimas me volverían lodo
vagaría entonces por otros lares
manchando zapatos ajenos
porque lo que es yo no me muevo
han nacido raíces y aves picotean mis entrañas
sin embargo no descubrí ningún fuego
siendo como soy yo misma rescoldo cenizas
el viento me levanta en remolinos
que vuelven irremisiblemente hasta aquí
al centro de mí
de donde nunca he salido
donde nunca estoy
estoy cansada de ser extraña
de ver al mundo con espectro de colores distinto
por eso a veces
finjo
me oculto me disfrazo me mezclo con los otros
uso sus ropas sus perfumes sus palabras
camino como bailo canto igual que ellos
mas por las noches mis sueños me traicionan
son cabellos de medusa que se enredan
bajan por la garganta para anidarse en el pecho
prestas a morder a quien se acerque
quizá por eso no acaban de entenderme
me toleran
sí
me tienen pena
compasión lástima triste pena
claramente veo cómo se burlan de mis intentos
por ser normal bonita seria buena
estoy tan harta de ser distinta
de vagar por el mundo siempre en sordina
escuchando ecos de la gente de afuera
porque este ruido que traigo dentro
nadie lo escucha
sólo yo bailo esta cruel coreografía
aplaudo silbo me abucheo
apago las luces de los reflectores
y cierro las puertas del cabaret barato de mi vida
no es divertido ser la rarita
la loca la ilusa la fiel la agresiva
porque a mis reclamos no hay respuesta
porque a mis gritos no hay respuesta
porque los golpes que lanzo no tienen respuesta
nadie
nadie
nadie de veras se da cuenta
me miran me critican se extrañan
a su lado aceptan que yo deambule
no demasiado cerca
soy como visita en vacaciones
después de varias semanas
(el muerto y el arrimado a los tres días apestan)
yo de seguro hiedo
porque nadie se aproxima
pasan de largo
me tiran una moneda
mendrugo de pan
taco de frijoles zapatos viejos
pedazo de piel que ya no les queda
no es nada sencillo saberme diferente
que por más esfuerzos que haga
no encajo con la mayoría de la gente
por ello
incapaz de acallar tal algarabía
doliente cansada presurosa
mil veces necia intento la poesía
por ver si en este esfuerzo recupero la cordura
-serenidad bendita jamás tenida-
porque hasta donde me alcanza la memoria
siempre he escuchado cosas que los demás no oyen
percibo aromas que otros no huelen
saboreo dolores que ni imaginan
y yo los toco
los palpo
intento sentir a los ajenos
pero esta piel anómala recibe informaciones desiguales
por eso hablo lloro río grito canto
voz tristemente desgarrada dispareja
porque me acepto no igual
condenada a escribir palabras
sobarlas lamerlas digerirlas vomitarlas
intentar dar sentido a esta vida
llanura pozo vacío infinito
hartazgo completo
dulce extraño amargo
mi único hogar
mi amado laberinto
por qué ahora
por qué a mí
por qué no a mi vecino
o mejor aún
a cualquier desconocido
cualesquiera de los otros doscientos millones de almas
que cohabitan en este marasmo que llamamos mundo
otro que no sea yo
de algún país de pantalla de televisión
de esos que hoy tienen una frontera y mañana otra
o uno que anteayer tenía otro nombre
no quiero ser yo
no quiero que me pase a mí
que sea alguien más quien sufra esta lucidez espantosa
que me ataca
y no me deja vivir
si somos sólo un hato de bestias salvajes
atrapadas en este hastío
aburridas de tanto ver pasar almas encerradas
fuertemente atrincheradas dentro de sí mismas
si vamos rumiando amarguras lejanas
empeñados en verlas cerca de nosotros
porque quizá es lo que nos mantiene atados al suelo
y hace que el mundo no sea tan difícil de manejar
si somos sólo despojos
ignorantes por completo de la luz y la verdad
lejanos de la inocencia
apartados de la mano de Dios
si por hacer uso de nuestro albedrío
decidimos renegar
pastar
vagar
si en algún momento de nuestra historia
tomamos la decisión de estar aquí
así
¿por qué no poder olvidarlo?
¿por qué?
porque habremos de avanzar y avanzar
tras la línea dorada allá a lo lejos
e intentaremos seguir avanzando
hasta que nuestros pies sean sólo masa amorfa
despojo sanguinolento
serán nuestros cantos los que nos sostengan
la clara imagen de la promesa en nuestros ojos
el salmo redentor en los oídos
y cuando sea imposible avanzar más
habremos de estirar los dedos para tocar
tan sólo
el borde dorado del horizonte