
Tres poemas
Laura Olivia Hernández
En el trópico
El viento desnuda mi pequeñez
las hojas del aguacate inundaron el jardín,
las atropello con los pies descalzos,
crujen,
ocre sobre verde, al fondo
las flores estallan en su carmesí.
Mercurio sopla fuerte para detener las nubes
nada debe perturbar a la primavera.
Se abren las ventanas
En la puerta cuelgan dos orugas,
mecen su metamorfosis
estática
aún me pregunto
si te quedarás, si romperás con
la soga de aparente libertad
te veo caminar
por la pendiente de la calle
cada cuadra volteas
con mi mano digo adiós
me dices
a Dios es demasiado
sigo ahí inmóvil
estatua de deseos
hay un consuelo colectivo
una ausencia interminable
como infinito camino y siento
en el aire un olor a Marlboro
sin caballos ni montaña
es el trópico
su herrumbre
imanta en musgo
los deseos
el hambre
la sed
de no tenerte.