
Fragmento de verano
Juan Jesús Aguilar
Por las mañanas temprano
muy temprano
Los pregoneros con sus pregones
de mandarinas
El naranjero con sus naranjas
Y el limonero con sus limones nos despertaban
por la primera vez
siempre
Aquel canto frutal
Nos florecía el instante del sueño que arborece.
Era verano y en duermevela oíamos caer
en ajetreos de la cocina redoble de tarolas
Remate de platillos
Un deslizar de escobetillas
sobre sus estrías
Y golpes cadenciosos al cencerro al ritmo de esa vida
Un palpitar del cuero y del metal
Las percusiones.
En los compases del brasero de cuatro hornillas
Mi santa madre hacía el milagro de la resurrección
Todos los días
aquel sagrado olor de la panadería
El bullicio aromado
De la leche que hervía
Mezclado al exótico bálsamo arábigo del café
Nos convencía a levantar primero un párpado
Después a bajar de la cama el pie derecho
Y entonces nos echábamos a andar.
Asomados a la ventana dando al Pánuco
Flameaban pensamientos como lábaros
Podíamos ver los cantos coloreados en las flores
Abejas
Mariposas
Girasoles
De flor en flor desde el río Tamesí
Libando sus colores helicópteros colibrí
Por un secreto tropical del puerto
Se escuchaban pájaros en jaulas llorar a trinos
Mientras pasaban en vuelo libre canarios libertinos
Y las gaviotas nos azoraban paradas en el aire sobre el río
Suspendidas al viento sobre el caserío
Agitando sus alas sobre la popa
de los camaroneros que regresaban de altamar
Eran pañuelos diciendo adiós
Era verano
Éramos niños
Y la ventana aquella un prodigio
Tenía mujeres limpias
desnudas
Aquel río.
La radio vecina huapangueaba emoción
La nuestra un bolero
un danzón
Una canción ranchera
Mambo y son
Glenn Miller a la hora del café
Benny Goodman
También Benny Moré
De vez en cuando un tango con Gardel
De estación en estación
la radio inquieta
Primavera en el cuadrante de verano
Era como un tren cargado de música
donde viajábamos y bailábamos cantando con pasión
Voces del amo en el cuadrante aquél
En español e inglés
Mis hermanos y yo
Mientras nos aseábamos
Antes de ir a la mesa en oración
Calzados y vestidos.
A media cuadra un barco
A medio río los autos
El Pánuco a la vuelta de mi casa
Al final de la calle
El chalán que atraviesa
El corredor del agua
Los delirios.
Las calles eran nuestras
Salíamos a tratarlas sin destino
entre el discurso de los merolicos
Metidos en perfumes cantarinos de yerberos
Y el estira y afloja de los varilleros
La caída del vago en nuestros pasos
Desenfado de la vida al caminar cansino
Como el oso al bailar
al compás de panderos
Castañuelas
El canto de gitanos
El futuro en las manos
Encanto de gitanas que veían más allá
de sus pestañas
Tempranos los años
Salíamos a tocar
a oler al mundo
Sin recato
Sin náuseas
Desde entonces
Vivir para cantar como nos plazca
no más... mirar
Sin sujetar al universo
Darle vueltas y vueltas sin parar
Referencias
Aguilar, J.J. (2015). Visiones desde la aurora. México: Conaculta-ITCA.
-------------- (2000) La gata sobre el tejado caliente. México: ITCA-Café Cultura.
-------------- (1999) Feracidad del trópico. México: ITCA.