Líricas de formas tradicionales para músicas de inspiración huapanguera
Jorge Morenos
Décimas trashumantes
Un hombre que canta a su tierra
es fértil semilla misma
tierra brota de su piel
y es de tierra su carisma
de sus poros nacen raíces
de su boca los sabores
evocando el tierno vientre
de sus primeros amores
Del bejucal al desierto
de la sabana a la selva
la tonada de la hierba
el son de la arena, el huerto
el canto siempre es acierto
en lo seco o la humedad
no olvidan la identidad
mujeres y hombres trovando
tristeza o delicia andando
curtiendo su soledad
Yo que he sido trashumante
me improviso donde llego
vivo el deseo, el trasiego
cantando junto a mi amante
dirán que soy un tunante
pero ha sido mi destino
me ha llevado el desatino
por donde le viento sopló
y ese ha sido mi dolor
y con trago me lo empino
Pero he de volver camino
donde mi infancia creció
al Bajío, Xidoó
presente amor de mi sino
más aún volveré al fino
Tamesí, Pánuco al Mante
al Golfo jaiba gigante
Matarredonda en chalán
al mar mis pies volverán
… a Tampico y Árbol Grande
El que canta a la ciudad
posee un manojo de goces
oriundas, migrantes voces
cenzontles de humanidad
entreverando la edad
de diversas tradiciones
ofrendas y oraciones
a los edenes perdidos
la ciudad los ha encendido
redimiendo corazones
Cada quien guarda e delirio
los culinarios fervores
la ciudad con sus furores
se encarga de mezclar lirios
luego al encender los cirios
de su terca alegoría
el que trova a la alegría
la urbe se lo agradece
¡toda provincia florece
si el trovador se porfía!