Tú, que me deshabitas
Isaura Calderón
Escucha:
Los vientos duermen,
Yo sueño que me llaman
Y pregunto quién eres.
Respóndeme, si puedes, en silencio,
No sea que tu voz turbe el reposo
De los Vientos
I. C.
I
Respóndeme, si puedes, en silencio,
tú que me deshabitas y me dejas
perderme en los vacíos del Espacio,
desterrada de pulsos, labios, venas.
No deshojes la Rosa de los Vientos
dormida en los espacios estrellados.
En vacíos de Noche me congelo
no desates saetas y relámpagos.
La música es reposo. Duerme el Viento.
No lo saques, amor, de su letargo.
II
No pronuncies aquel nombre tan breve;
mi pensamiento sueña que me llamas
y mi nombre en tu voz suscita ecos
que en mi párpado ausente se encristalan.
Memoria de la sangre y sus lebreles
gravitan en la escarcha de mi sueño.
Se agrava de mi espectro el peso leve
y alza suspiros del ausente aliento.
La cifra ardiente de mi nombre entero
por cada sílaba que izó su flama
cinco lebreles en la tumba ardieron
del mismo fuego que incendió mis alas.
Escucha:
Tu voz despertaría el torbellino
de todas las nostalgias.
III
¿Los sueños mienten?
Al trigal de tu pecho me transportan
y percibo de nuevo aquel latido
que mi ensueño acunaba
al ritmo rumoroso del blando corazón
que me amaba.
¿Late aún cual solía?
¿Bajo cuál sien, qué sueños
urden su trama aligera en tu hombro?
Respóndeme, si puedes, en silencio,
no sea que tu voz turbe el reposo
de los terribles párpados del Viento.
Referencias:
Calderón, I. (2015). Amor sin tiempo. Colección Seis poetas en el Metro. México: ITCA-Conaculta.
Ortiz, O., y Ortiz Galicia, T. (2015). Ensayo panorámico de la literatura en Tamaulipas (t. II). México: ITCA.