Vivir no es el poema que busco
Gloria Collado
Había una tapia arañada por las bugambilias
un olor fuerte a naranja
como si todo el viento fuera de zumo
y un árbol con motitas rosa en primavera
¿qué más? un río grandes piedras
una acequia también y mucha
en el verano los sabinos añosos
lodo vidrios trozos oxidados
de clavos y herraduras estiércol
mugidos leña gallos cercas de púas ah
un cine los domingos por la noche y
cuánta historia te cuento
no supe por qué lo preguntaste
Los polvos fueron impulsados por el viento
llovía lodo decía la gente
salía a la calle la gente
rasguñaba las paredes
y el viento en remolino
nadie entendía nada y todos
queriendo enterarse qué pasaba
había que ver sus caras
el viento que silbaba
arrastraba sin sentirlo
así la muerte no la ves no la tocas
puedes gritarle cabrona muerte
y ella arrastrándote como el viento
y tú rasguñando
las paredes de la vida
no podemos olvidarnos de los muertos
los ajenos los propios los sin nombre
los que a cada paso del tiempo se desploman
amantes enfurecidos a la hora del amor
amantes tercos en el amor prestado
amantes seducidos por una muerte justa
inseparables amantes que ahora se faltan
cómo duelen los muertos
desaparecidos de pronto
ahora aire o si acaso idea
ahora invisibles
muertos que nos pesan
sin cuerpo sin espacio
amantes vencedores del tiempo
Si era transmisible o no
ya no recuerdo
pero el efluvio irradiaba
partículas sutiles como inmateriales
corría el otro siglo por venir
y el territorio devastado
era un paisaje de absoluta catástrofe
algunos sobrevivientes (entre ellos yo por supuesto)
podríamos suponer
que habíamos hecho con el tiempo
una falsa deterioración
fue entonces cuando escribí
un poema y otro y otro (como tenía por costumbre)
creyendo
que así iba a remediarlo todo
Si estás al borde de ti mismo
a punto de clavarte como topo
o bien como delfín como prefieras
y dejaste de ser el villano
arrepentido ante su dama
/no la imagines jamás muerta o maldecida/
tú al borde ti mismo dispuesto
a abrirte paso en la cruel oscuridad
o flotando
en un silencio diferente
pero tú en el momento preciso en que
apareces al borde de ti mismo
y de pronto revientas
como si por dentro te estallara la memoria
(l'etat des choses)
Atrás de las paredes se habla de la muerte
yo misma me he encargado del derrumbe:
ya nadie habla pero sucede
que todos están enfermos
y se han olvidado/
éste es el estado de las cosas:
la mujer continúa tocando su violín
el hombre ha puesto al sol sus camisetas
los niños beben seven-up
adentro del viejo volkswagen
y yo tengo frío en la butaca de la pequeña sala
cuando recuerdo que estoy otra vez...
en parís no supe
que se derrumban las paredes
Porque me voy de mi casa
me cercioro
que nunca estuve aquí
amontono poemas y papeles (da lo mismo)
y comienzo a creer
que la existencia es otra
tropiezo puerta y libros
y el tiempo se estanca
entre insectos y olor a tinta
no hay ventanas abiertas
me ahogo de ecos distanciados
de fórmulas de vida
de rechazos ya dichos
las palabras se obstinan
en poemas y papeles (da lo mismo)
me voy de mi casa
deserto
en el cuarto de hotel
intento deshacer el nudo de mi historia
me llevo las manos a los ojos
y clavo mis pupilas ermitañas
en ese atroz laberinto
de tu mirada que advierte mi extravío
en el cuarto de hotel
respiro un total abandono
no hay aves ni huellas
no hay peces en el aire
no hay lamentos de sirenas
ni espinas de rosas olvidadas
ni un garabato en el papel
de la carta jamás escrita
nadie pasó por ahí ni aun nosotros
ahí reunidos sin nosotros mismos
Debo escribir en tu espalda
este gran desconcierto
vivir no es el poema que busco
tampoco amor fue la respuesta
en este acontecer de años
al suicida le toca declararse inocente
yo que no me quita la vida soy culpable
siéntate aquí conmigo
acompáñame esta tarde de invierno
tan cargada de soledad
el hombre necesita otro hombre
para saberse vivo
y no en el sueño del poeta
He preparado una serie de preguntas
para entenderlo esto que pasa es tan
ordinario todos queremos enterarnos
de la vida con su sol y sus pájaros
y todo lo demás pero por qué la vida
y qué papel nos toca qué fácil suena
preguntar lo que nos toca
qué manera tan cruel de lastimarnos
este maldito papel estando vivos
siempre preguntándonos