Diez poemas
Gastón Alejandro Martínez
Cuando llegaron los niños
Para Tona y Sophia
La mañana comenzó apenas cuando llegaron
los niños
La piedra roja que me guarda en las noches
musitó algo como un mantra cuando llegaron
los niños
Los libros pequeños aletearon como abejas
y los más grandes suspiraron discretamente
y durmieron por fin cuando llegaron los niños
La madera de la guitarra en el rincón
que no comía sino polvo
bebió un trago de luz cuando llegaron los niños
Los barcos en la bocana que regularmente
se van a pique silbaron alto
y atracaron en paz cuando llegaron los niños
Los gatos se tiraron de panza en la escalera
Los perros volvieron a correr bajo las frondas
del patio cuando llegaron los niños.
Dicen que ya no hay melodías nuevas
Mas el abuelo bajó tarareando una
que brincó al abrirse los capullos
de toda la casa cuando llegaron los niños.
(De Los pisos invisibles. Inédito)