
De cómo les fue a unos hippies mexicanos (entre 1971 y 1973)
Benito Gámez González
Tomen en cuenta que Cuitzeo, Michoacán, no es
California
Ni Juan Rulfo, Walt Whitman.
Para los hippies mexicanos que huimos al campo
el rostro de Natura no fue dulce.
Porque los muertos en vida son resecos
y las garrapatas sobreabundan donde el anglo
cosechaba fresas.
Trabajar en un rancho en la Huasteca, a 18 kilómetros
de Tantoyuca no es lo mismo
que ir al mini super de la gasolinera en la carretera
por un galón de leche.
Para mí, sólo Cristo brilló siempre en medio del dolor
oscuro de ser pobre.
Epí1ogo:
En compensación poderosa tan sólo indico
la calidad probada del misterio.